Abril atormenta a Rosario Murillo, vicedictadora de Nicaragua, quien por tercer día consecutivo amenazó a los opositores y pueblo azul y blanco de disipar cualquier indicio de protestas el 18 de abril en conmemoración al cuarto aniversario de la rebelión cívica.
Este jueves siete de abril, durante su alocución diaria a medios estatales, acusó al gobierno de Somoza de quemar y asesinar a pacientes de un hospital en Estelí en abril de 1979, cuando la ciudad realmente fue tomada por guerrilleros asesinos del Frente Sandinista y los comparó con los hechos de 2018.
“El somocismo en Estelí en 1979 quemó. Es la misma cultura, quemó el antiguo hospital san juan de Dios y asesinaron ahí en ese hospital, a más de 40 pacientes y al personal médico entre ellos a los Doctores Alejandro Dávila Bolaños y Alejandro Selva eso sucedió en 1979, hace 43 años”, dijo la usurpadora del poder.
Rosario Murillo le echa sus muertos a la iglesia católica
Al parecer a Murillo se le olvidó que los que causaron ese desastre fueron los guerrilleros Sandinistas al intentar tomarse la ciudad, pero como es de costumbre, su organización criminal se basa en la desinformación y de adjudicarle sus muertos a quienes consideran su competencia.
La Guardia Nacional, en ejercicio de sus labores, se limitó a levantar las barricadas y destrucciones materiales provocadas por la guerrilla Sandinista que causaron estragos en diversas ciudades con el objetivo de sacar de la presidencia a la familia Somoza.
Sin embargo, las protestas de 2018 fueron totalmente pacíficas, y a pesar de eso, fueron brutalmente reprimidas. Mientras que la guerrilla de esos años, se encargaban de asesinar, secuestrar, saquear, robar bancos, destruir y perseguir a quienes no tenían sus mismos ideales.