El departamento de Estado de Estados Unidos revelaron en su informe sobre “Libertad Religiosa Internacional” en el que aplazan a la dictadura Sandinista de los Ortega-Murillo por ser los principales violares al ejercicio religioso en el país, tras mantener constante asedio y hostigamiento contra el clero eclesiástico desde 2018.
En el informe destacan que la sancionada Policía Sandinista mantienen constante hostigamiento irrumpiendo los “servicios religiosos organizando ferias de vendedores y tocando música a todo volumen fuera de las iglesias durante los servicios dominicales”.
Así mismo, señalan los constantes insultos verbales por parte la dupla dictatorial Rosario Murillo y Daniel Ortega a obispos y sacerdotes de la iglesia católica, a quienes han calificado en reiteradas ocasiones de ser “hijos del demonio” y de ser financiadores del supuesto “intento de golpe de estado”.
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El documento detalla que la persecución a obispos y sacerdotes se debe porque estos “brindaron refugio y asistencia médica a manifestantes pacíficos en 2018”, de modo que continuaron siendo objeto de “represalias, calumnias e investigaciones arbitrarias”.
Por otro lado, el Departamento de Estado denunció el robo de la antigua sede diplomática de Taiwán en Nicaragua que había sido donada a la Arquidiócesis de Managua, pero el régimen Sandinista confiscó los bienes y la convirtió en la nueva embajada de China comunista.
El informe enumera la serie de arbitrariedades cometidas por la tiranía Sandinista en contra de la iglesia católica como la retención de documentación internacional a más de dos sacerdotes, el asedio al cardenal Leopoldo Brenes, Arzobispo de Managua y los más recientes, a Monseñor Rolando Álvarez y al párroco de Masaya, Harving Padilla.