Un reporte de la agencia internacional The Economist, proyecta una dinastía familiar en Nicaragua, asegurando que Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja dictatorial será quien suceda a Daniel Ortega cuando este no pueda seguir gobernando.
Así mismo, proyecta que Daniel Ortega continuará en el poder hasta que “su salud se lo permita” y tiene como predilecto a la presidente a su hijo Laureano, quien funge como asesor presidencial y responsable de las inversiones internacionales.
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En el reporte, destacan a Laureano como la imagen más visible y pesada de la familia dictatorial, de modo que lo consideran el sucesor de su padre y no Rosario Murillo quien anhela ser la figura predominante del partido.
El medio, prevé que la dictadura Sandinista continúe siendo la fuerza política dominante en Nicaragua en un futuro, “como resultado de su creciente autoritarismo”.
Pese a que varios gobiernos internacionales han impuesto sanciones directas a funcionarios Sandinistas y algunas instituciones estatales, The Economist señala que “hay poca evidencia hasta ahora de que estas medidas hayan debilitado el control del régimen sobre el poder”, como la aprobación de la Ley Renacer, que hasta el momento no ha sido aplicada.
Pero al mismo tiempo, proyecta que “Estados Unidos intensifique la presión mediante sanciones en toda la economía”, pero no con la expulsión de Nicaragua del Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana y Centroamérica (DR-CAFTA).
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Expulsar a Nicaragua del CAFTA, “no sólo sería complicada desde el punto de vista legal, sino que también impondría graves dificultades económicas a los nicaragüenses de a pie y podría tener importantes efectos negativos en la región centroamericana en general”.