Pese al asedio policial, Monseñor Rolando Álvarez salió salió de su parroquia para exigir a la Policía Sandinista que dejaran entrar a la feligresía católica y poder celebrar la eucaristía matutina de los jueves.
Monseñor Álvarez salió salió acompañado con el Santísimo para interceder por celebrar la misa diaria.
La Policía Sandinista desplegó un fuerte contingente policial en los alrededores de la casa cural y evitó a toda costa que los cristianos se acercaran al obispo de Matagalpa.
Ante este hecho, Monseñor Álvarez no fue intimidado pese al cerco policial, y caminaba sobre la calle y se apostó a orar por la situación que se estaba viviendo en horas de la mañana.
“La policía bloqueando la calle completa de la curia y ahí frente a mi casa, como si nosotros fuéramos delincuentes”, denunció Álvarez en una transmisión en vivo.
Pese al bloqueo y el asedio a su persona y a todo el clero religioso, el obispo de Matagalpa dijo que la iglesia no la podrán “vencer” ni “aniquilar”.
“Los poderes del infierno nunca la han podido vencer ni la han podido aniquilar (la iglesia), porque, aunque los que la formamos somos seres humanos y pecadores, la iglesia es sobrenatural. Esa es la Iglesia de Cristo contra la cual las puertas del infierno no podrán prevalecer, no han podido prevalecer ni ayer, ni hoy ni nunca ni siempre”.