La dictadura Sandinista de Ortega-Murillo oficializó la ruptura diplomática con los Países Bajos, publicó en el diario La Gaceta.
Este martes la orden dictatorial, dictó el desmantelamiento de la embajada de Nicaragua ante Países Bajos que operaba desde La Haya, así como el de todo su personal administrativo.
Carlos Argüello, quien fungía como embajador de los países bajos, queda sin efecto, pero se le reasignó el nuevo título de representante permanente de Nicaragua con rango de Embajador ante organismos internacionales con sede en Países Bajos, según refiere el Acuerdo dictatorial publicado en La Gaceta.
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Así mismo, fueron reubicados Sherly Aurora Noguera Miranda como ministra consejera en la embajada ante Países Bajos; a Kasandra Gómez Pineda, como primera secretaria con funciones consulares y administrativas; y Edgard Javier Aguilar Quiñonez, como agregado técnico honorario. Todos quedan sin efecto, pero continuarán como representantes en diferentes organismos internacionales.
La ruptura oficial se da luego que la tiranía Sandinista rompiera las relaciones diplomáticas con Holanda y países bajos el pasado 30 de septiembre, tomado como un acto caprichoso.
Es decir, la decisión de la dictadura fue en represalia por la comunicación por parte de la embajadora del Reino de los Países Bajos para Centroamérica, Christine Pirenne, de no financiar la construcción de un de un hospital en la Costa Caribe de Nicaragua, por las recientes medidas autoritarias y de graves violaciones a los derechos humanos por parte de los Ortega-Murillo.