La dictadura Sandinista se bebe la leche y maldice la vaca, dice un dicho popular.
Tras el paso de huracán Julia y los millones de dólares en pérdidas infraestructurales que sufrieron miles de familias en distintos departamentos del país, la dictadura Sandinista ha lanzado una campaña para pedir ayuda y financiamiento a Estados Unidos y a la comunidad internacional para “para reconstruir la infraestructura dañada”.
Según el gobierno Sandinista, se reportaron daños y pérdidas estimados en 400 millones de dólares, lo que supuestamente representa el 2% del PIB. De esta manera, hicieron un llamado a la conciencia a la comunidad estadounidense a “apoyar las necesidades del pueblo nicaragüense”.
Al mismo tiempo de pedir ayuda monetaria, estos criticaron que “Estados Unidos continúa violando el derecho internacional al imponer sanciones contra Nicaragua” al supuestamente impedir que el país reciba financiamiento por parte de bancos internacionales.
Cabe mencionar que el pasado 18 de julio, el congresista Albio Sires denunció que la dictadura Sandinista continúa recibiendo financiamiento por parte del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo, y principalmente, del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), a pesar del constante asedio y estado de sitio en el que mantiene a Nicaragua.
El congresista pidió al gobierno de Biden desfinanciar al “dictador nicaragüense Daniel Ortega y sus compinches han violado flagrantemente los derechos humanos y el derecho internacional. Sin embargo, su gobierno sigue recibiendo financiamiento de instituciones como FMI, Banco Mundial y el BID”.
Dada las sanciones impuestas por Estados Unidos a personas directas de la dictadura Sandinista y del supuesto “bloqueo de préstamos” de bancos internacionales, estos pidieron el alivio de la “deuda de fuentes multilaterales” y el pago de la indemnización a Nicaragua tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia en 1986 en la guerra entre el FSLN y los Contra.
Según Ortega, el gobierno estadounidense debió indemnizar a Nicaragua 17 mil millones de dólares en pérdidas infraestructurales, pero estos están exigiendo 160 mil millones de dólares por intereses acumulados de 36 años.
De acuerdo con el caudillo Sandinista, los estadounidenses tienen la responsabilidad de “ayudar al Gobierno de Nicaragua para responder a las necesidades de su pueblo”.