En medio de la amenaza que puede causar graves estragos en Florida, Estados Unidos, por el huracán Nicole, los estadounidenses se desbordaron las urnas en las elecciones de medio término para renovar gran parte de las dos cámaras del Congreso, los 435 escaños que forman la Cámara de Representantes, 35 de los 100 puestos en el Senado y 36 gobernaciones del país.
Por las distintas zonas horarias, varios Estados cerraron las urnas donde se disputan el Partido Republicano de Donald Trump y el Partido Demócrata de Joe Biden.
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Todo se ha llevado a cabo con normalidad, aunque distintos medios de comunicación pro Biden continúan manchando la imagen de Trump, donde lo hacen responsable de posibles protestas violentas si pierden las elecciones de medio término.
Sin embargo, distintas encuestas, hasta el étimo momento, mantuvieron en la cima al Partido Republicano como el favorito de la estadística y a Biden con una pésima gestión mandataria, como el alza en la inflación lo que suele ser desfavorable para el partido.
En estas elecciones está en juego el futuro de Latinoamérica bajo ambos partidos, es decir, acciones firmes y contundentes con los Republicanos o tibieza y desinterés por parte del Partido Demócrata como con las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
En el caso del papel que ha jugado del Partido Demócrata con Joe Biden bajo la presidencia, lo que ha logrado es aliviar las sanciones a Cuba y Venezuela, mientras que la situación de Nicaragua está siendo totalmente ignorada.