Más de medio millón de nicaragüenses han abandonado el país entre 2020 a 2022, sin incluir cifras de meses posteriores al estallido social contra la dictadura Sandinista en 2018.
Sin embargo, en el 2021 y 2022 la migración masiva ha trascendido los límites irracionalmente, ocupando el quinto lugar de países con ciudadanos que buscan asilo político.
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Es decir, Nicaragua está por debajo de México, Honduras, Cuba, Haití y Venezuela, países que por distintas problemáticas sociales como la persecución política, la economía y la inseguridad, su población busca mejores oportunidades en el extranjero.
El éxodo migratorio de nicaragüenses ha trascendido los límites de una guerra, es decir, la huida de compatriotas ha superado la registrada en los años 80 en un conflicto creado por el peor cáncer que ha tenido Nicaragua, el Frente Sandinista.
En enero y noviembre de 2022, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó 181,566 detenciones de migrantes nicaragüenses en las fronteras estadounidenses.
Mientras que en Costa Rica, en el mismo periodo las solicitudes de asilo político ascendieron a 76,676.