Sacerdotes extranjeros ordenados en Nicaragua para realizar labores pastorales, pidieron al Cardenal Leopoldo Brenes ser regresados a sus países de origen para continuar sus actividades religiosas en libertad y sin ningún tipo de persecución dictatorial.
El anuncio lo dio este domingo durante la misa dominical en la Catedral de Managua y luego que este pasado sábado la iglesia católica diera a conocer 11 nuevos ordenamientos pastorales en todo el país, sin embargo, Brenes evitó decir las razones por la cual los religiosos están pidiendo su baja.
“Los sacerdotes que han salido del Seminario, los catecúmenos ordenados aquí, han querido regresar a sus países”, dijo el Cardenal durante su misa, añadiendo que él no es “dueño de la vacación de ellos” por eso “están en libertad y yo les voy a dar la excardinación (la licencia para ir a otras diócesis)”.
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Aunque el jerarca de la iglesia católica no dijo las causas de las deserciones de religiosos extranjeros, es obvio que se debe a la persecución política que mantiene la dictadura Sandinista contra pastores del cuerpo colegial.
Nicaragua, bajo el dominio del régimen Sandinista se encuentra bajo un estado de sitio y su principal punta de lanza es la iglesia católica para denigrarla, desgastarla y callarla para un eventual diálogo sin oposición y garantes nacionales e internacionales independientes.