La dictadura Sandinista chantajeó y amenazó al presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, monseñor Carlos Enrique Herrera, de confiscar los bienes de Cáritas Jinotega si no se dejaban poner un bozal en la boca para dejar de opinar sobre temas políticos.
Las amenazas por parte de la dictadura Sandinista obligaron a Cáritas de Nicaragua, dirigido por monseñor Herrera, a cerrar operaciones porque el Ministerio de Gobernación (Migob), al servicio de la pareja de usurpadores, les negó el aval para recibir apoyo de organismos donantes internacionales.
Condenan a 10 años de prisión a religiosos y camarógrafo de la Diócesis de Matagalpa
Una fuente de la iglesia católica, en condición de anonimato, aseguró al medio Nicaragua Actual que el organismo supuestamente cerró porque sus saldo estaban en “rojo” por falta de donantes.
Esto ocurre luego que la dictadura Sandinista amenazó a Cáritas de quitarle el edificio, inmuebles y vehículos de la fundación si monseñor Herrera no dejaba de hablar temas políticos, sin embargo, la fuente aseguró “ya no hay esperanzas de sobrevivir”.
Cáritas es una fundación de la iglesia católica de Nicaragua que se encargaba de atender el hogar de ancianos San Vicente de Paúl, que actualmente alberga a 53 ancianos en total indefensión, así mismo, financiaban a través de un banco de alimentos para los más vulnerables de la ciudad.
Jueza Sandinista condena a 10 años de prisión a sacerdote de Mulukukú
También, hacían obra de caridad para quienes sufrían enfermedades terminales y el organismo asumían los gastos médicos, otorgaban muletas, prótesis u otros productos de suma necesidad para los solicitantes de ayuda.
Así mismo, aportaban al crecimiento de las comunidades al otorgar semillas de granos básicos para aportar a la producción comunitaria.