La pareja genocida de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario murillo, continúa con sus planes fallidos al intentar desaparecer a la iglesia católica, ejecutando expulsiones ilegales de religiosos y piñatiando todos sus bienes.
Este 30 de mayo, día en que se celebra a todas las madres nicaraguenses, ordenó la expulsión de tres hermanas de la orden “Hijas de Santa Luisa de Marillac” del departamento de Jinotega. Este sería el tercer grupo de religiosas que la dictadura sandinista expulsa del país.
Las hermanas fueron expulsadas sin razon alguna y también despojada de la administración del instituto de educación técnica que administraban en San Sebastián de Yalí, del mismo departamento.
LEER MAS: Pareja genocida acusa a la iglesia católica de Nicaragua de supuesto lavado de dinero
Se conoció que el instituto técnico fue intervenido por agentes de la sancionada Policía Sandinista la noche de este lunes 29 de mayo, y en horas de la mañana de este 30 de mayo, la casa de estudios amaneció acordana por casi una decena de policías con camionetas estacionadas.
Los bienes inmuebles del instituto técnico fueron robados y fueron traspasado a nombre de Ministerio de Educación (MINED) al servicio del régimen sandinista de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Este sería el segundo centro escolar confiscado por la pareja dictatorial a pocos días.
Este domingo 28 de mayo se conoció la confiscación de el colegio Susana López Carazo, que fue administrado por las expulsadas Hermanas Dominicas de la Anunciata en el departamento de Rivas, confirmaron fuentes ligadas a la institución al medio Confidencial.
De acuerdo con el reporte, el centro escolar fue “intervenido” por delegados de Ministerio de Educación (MINED) al servicio de la dictadura sandinista.
LEER MAS: Pareja genocida acusa a la iglesia católica de Nicaragua de supuesto lavado de dinero
Según fuentes de colegio, un grupo de tres personas ligadas al MINED, dos de Rivas y uno de Managua, llegaron la tarde del pasado 23 de mayo con una orden por parte de la dupla dictatorial que certificaba la toma de la institución escolar, supuestamente porque se encontraba “acéfala”, es decir, sin administración.
Asimismo, notificaron que otro de los escuetos argumentos, es que el centro estudiantil aún continuaba cobrando mensualidades de entre 350 a 650 por estudiantes de primaria y secundaria.