Mientras el dictador sandinista Daniel Ortega, busca paupérrimos negocios con países a quienes llama “potencias económicas” y que no aportan ni un 5% a la economía nacional, este menospreció la cooperación internacional tildándolas de “limosnas”.
Las palabras del caudillo sandinista frente a sus milicias sin oficio la tarde de este miércoles 24 de mayo, previo a la entrega de 150 inaprovechables buses rusos, nos recuerda a las falacias dichas durante un acto el 22 de septiembre de 2018, dos meses después que el Departamento del Tesoro anunció sanciones económicas a tres funcionarios por su participación en graves abusos contra los derechos humanos y corrupción. Estas fueron dirigidas al comisionado general Francisco Díaz, director de la Policía Nacional; Fidel Moreno Briones, secretario general de la Alcaldía de Managua; y Francisco López Centeno, vicepresidente de Albanisa -la empresa creada para hacer negocios petroleros con Venezuela.
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A pocos meses de haber iniciado el estallido social en el 2018 Ortega gritó a sus simpatizantes: “El yanqui siempre vive amenazando, a quién no amenaza el yanqui; el yanqui pelea con todo el mundo, a que le van a aplicar a Nicaragua la Nica Act, desde cuando viene diciendo, bueno y si la aplican ¿qué? Aquí tenemos recursos naturales gracias a Dios y tenemos hombres y mujeres trabajadoras para levantar el país como se está levantando en estos momentos”.
Luego de burlarse de las sanciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos contra su dictadura y la cooperación internacional, hoy, Ortega envía a sus serviles funcionarios a buscar paupérrimos apoyo económico y moral, en un acto de desesperación por aliviar el impacto que estas han tenido a su núcleo dictatorial.
“…de repente se aparecen con centavos y quieren hacer el gran evento porque están entregando centavos. Nosotros no somos limosneros, no queremos que nos regalen centavos”, dijo Ortega este jueves.
“Vergüenza les debería de dar a los que se aparecen con centavos y luego divulgan que entregaron centavos”, añadió.
En tanto, el genocida ensalza las simples “promesas” que no se han sido materializadas, sino que han quedado en pequeñas dádivas y pocas ayudas misceláneas por parte de sus grandes “aliados económicos” como Rusia y China, este intenta invisibilizar los 5 mil 728 millones de dólares que Estados Unidos inyectó a Nicaragua en 2022, frente a los 61 millones de dólares destinados por China en dos años.
Occidente le “restregó en la cara” que Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de Nicaragua, aunque por años ha buscado “mercados alternativos” como lo ofrecen Rusia y China, porque “el dólar ya no es una opción sostenible para el comercio”.