El Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó en la lista de sancionados a los expresidente de El Salvador Carlos Mauricio Funes Cartagena y Salvador Sánchez Cerén, acusados de corrupción y desvío de millones de dolares de las arcas del Estado a cuentas bancarias personales.
Los expresidentes salvadoreños junto a sus familiares se encuentran en condición de asilados y nacionales nicaragüenses; Funes desde 2016 y Sánchez Cerén desde 2021, respectivamente.
En el caso de Mauricio Funes fue acusado por Estados Unidos por participar en una importante “corrupción al orquestar y participar en varios esquemas de soborno, malversación y lavado de dinero mientras era presidente, robando cientos de millones de dólares de las arcas del estado”.
En 2014, Funes fue condenado a 14 años de prisión en El Salvador por haber negociado en secreto una tregua con las pandillas durante su mandato (2009–2014). Este permitió que las pandillas se fortalecieran económicamente y en territorio, a cambio de reducir el índice de homicidios entre el 2011 y 2013, para beneficiar a su Gobierno y favorecerlo en las elecciones.
La sentencia emitida por la justicia de actual gobierno de Nayib Bukele, impone ocho años de cárcel para Funes por el delito de “integrar agrupaciones ilícitas” y otros seis por incumplimiento de sus deberes.
El expresidente Salvador Sánchez Cerén, un prófugo de la Justicia que fue sancionado por el gobierno de los Estados Unidos este 19 de julio por participar en una “importante corrupción al lavar dinero durante su mandato como vicepresidente, recibiendo personalmente más de $1.3 millones en fondos públicos a cambio, y participó en un plan para desviar $183 millones en fondos públicos de las cuentas públicas y la supervisión hacia cuentas personales mientras se desempeñaba como presidente”.
En julio de 2021, un juez de El Salvador emitió una orden de búsqueda y captura internacional y el arresto preventivo de diez exfuncionarios del Gobierno salvadoreño, incluido el exmandatario, del partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), afín al partido de la dictadura sandinista.
Huyó a Nicaragua junto a su familia ese mismo año y fue nacionalizado nicaragüense.