El Subcomité del Congreso de Estados Unidos llevará a cabo una audiencia el 30 de noviembre para discutir el encarcelamiento del obispo nicaragüense, Rolando Álvarez. Esta audiencia, titulada “Un llamamiento urgente para dejar ir al obispo Álvarez”, será transmitida en vivo por ADF Internacional, una organización que ha solicitado la liberación del obispo Álvarez ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Lamentablemente, la dictadura sandinista ha manipulado y montado una situación falsa en torno al obispo Álvarez, quien actualmente cumple una condena de 26 años de prisión. A pesar de los intentos de la dictadura por mostrar una imagen positiva, la delgadez y el semblante del obispo Álvarez contradicen esta narrativa.
Recientemente, la dictadura sandinista ha divulgado fotografías de las visitas que ha recibido el obispo Álvarez por parte de sus familiares en la cárcel La Modelo. Según el comunicado del Ministerio de Gobernación, estas fotografías y un video muestran un supuesto trato preferencial hacia el obispo Álvarez, con consultas médicas, visitas familiares y recepción de paquetes. Sin embargo, las imágenes revelan la deteriorada salud del obispo, evidenciando su delgadez y palidez.
Es importante destacar que estas condiciones de reclusión no reflejan la realidad. El obispo Álvarez se encuentra en una celda de máxima seguridad conocida como “El Infiernillo”. La dictadura sandinista intenta engañar a los nicaragüenses y a la comunidad internacional con su supuesto trato preferencial, pero las fotografías muestran la verdadera situación del obispo Álvarez.
Ante esta situación, el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez, considera que la dictadura sandinista intenta justificar su crimen y exige la liberación inmediata y sin condiciones del obispo Álvarez. El sacerdote exiliado, Edwing Román, también ha expresado indignación y dolor al ver las imágenes del obispo Álvarez en un escenario preparado para la foto, mientras su rostro revela otra realidad .
Es importante destacar que tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como la Corte Interamericana de Derechos Humanos han ordenado al gobierno de Nicaragua liberar inmediatamente al obispo Álvarez y proteger su vida, salud e integridad personal. Lamentablemente, el régimen de Daniel Ortega ha ignorado estas medidas, poniendo en riesgo la vida del obispo Álvarez.
Es fundamental que la comunidad internacional esté informada sobre la situación del obispo Álvarez en Nicaragua. Debemos alzar nuestras voces en solidaridad con los sacerdotes que son encarcelados injustificadamente y exigir su libertad. La situación del obispo Álvarez es un recordatorio de la importancia de proteger los derechos humanos y la libertad religiosa en todo el mundo.
Juntos, podemos hacer una diferencia y trabajar hacia un mundo donde la justicia y el respeto sean los pilares fundamentales de nuestra sociedad