La dictadura Sandinista inició su plan macabro para encarcelar a Monseñor Rolando Álvarez, al abrir un proceso de investigación por supuestamente “provocar un ambiente se zozobra y desorden” en la ciudad de Matagalpa.
La policía Sandinista está acusando al obispo de Matagalpa de “organizar grupos violentos, incitándolos a ejecutar actos de odio en contra de la población, provocando un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía en la comunidad, con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, se lee en el comunicado.
De este modo, estarían incriminando a Monseñor Rolando Álvarez con el objetivo de apresarlo y convertirse en uno de los más altos jerarcas de la iglesia católica como un preso político de la dictadura Sandinista.
En el comunicado, la Policía Sandinista notificó que iniciará un proceso político contra las “personas involucradas en la comisión de estos actos delictivos, de los cuales se han informado al Ministerio Público y el poder judicial”.
La notificación se da luego que la vicedictadora de Nicaragua, junto a los diputados Sandinistas, amenazaran con cárcel a Monseñor Álvarez por supuestamente “infringir las leyes” y “sembrar odio o discordia”.
“En esta patria bendita hay leyes también, no se puede, no se debe infringir las leyes y mucho menos cometer delitos, porque provocar, hacer ostentación de impunidad es un delito, sobre todo cuando lo que se provoca es discordia, desenfrenos…”, amenazó Murillo este medio día.
Monseñor a permanecido secuestrado en la casa cural de Matagalpa desde hace 2 días sin poder salir, pues la Policía Sandinista mantiene un fuerte contingente policial frente a las puertas de la parroquia.
El pasado miércoles, Monseñor Álvarez encaró a la Policía Sandinista por no dejar entrar a la feligresía católica que se disponía a recibir la homilía diaria.