Luego que el presidente comunista y acusado de corrupción, Luiz Inacio Lula da Silva amenazara a manifestantes que serían “encontrados y castigados” por tomarse tres instituciones estatales, este lunes reportaron la detención de al menos 1200 protestantes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia.
Lula inició una casería de quienes se manifestaron en su contra exigiendo su renuncia por la revocación a distintas medidas implementadas durante el gobierno de su predecesor Jair Bolsonaro.
Según la justicia brasileña, los detenidos serán investigados para determinar si estos participaron en las protestas antigubernamentales del domingo para pasar por un proceso judicial por vandalismo y terrorismo.
Los manifestantes son relacionados como seguidores del expresidente Bolsonaro que no reconocen la victoria del líder comunista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales de octubre pasado.
Sin embargo, entrevistas de medios internacionales corroboraron que en las protestas también habían seguidores y militares del Partido de los Trabajadores arrepentidos de su voto a favor de Lula, por las recientes medidas medidas como la privatización de 8 empresas en cargadas de la venta de hidrocarburos, la revocación a la baja de impuestos en la gasolina y diésel, aumento a su salario, entre otros.